Te acerca a la naturaleza. Facilita el fomento y el respeto por los animales y el medio ambiente. Aumenta el sentido de responsabilidad, puesto que el caballo es un ser vivo que se tiene que cuidar.

Es de los pocos deportes que NO hace distinciones de género. Niños y niñas compiten en iguales condiciones y en las mismas pruebas.

Se puede practicar en familia y en todas las edades.

Existen más de 15 disciplinas diferentes. Solo tienes que encontrar la que más te guste: Doma clásica, Salto de Obstáculos, Curso completo de Equitación, Raid, Horseball, Ponis, Turismo ecuestre, Western…).

La gran variedad de opciones que nos encontramos a nuestro deporte hacen que todo el mundo pueda disfrutar a su manera, niños y niñas, jóvenes y adultas pueden practicar cualquier de nuestras disciplinas y escoger la que se adapte más a sus necesidades.

Desarrolla el respeto, la paciencia y el autocontrol.

Potencia la intuición, la comunicación, la confianza y la autoestima.

Estimula la coordinación psicomotriz, el equilibrio, la armonía y la estética.

No hay que tener mucha fuerza muscular, sino sensibilidad, por eso puede abrir posibilidades a personas poco dotadas físicamente.

Fomento del trabajo en equipo, adquisición de nuevos conocimientos y vocabulario ecuestre.